Linzertorte o tarta de Linz
INGREDIENTES
- 150g de mantequilla a temperatura ambiente
- 150g de azúcar glass
- 200g de harina
- 1 huevo
- 150g de avellanas en polvo (o mezcla de almendras y avellanas)
- 300g de mermelada de grosella (o de frambuesa o fresa, o mezcla de las 2)
- 1 pizca de canela
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de ralladura de limón
- 1 pizca de clavo en polvo (yo no le he puesto)
- 1/2 cucharadita de cacao amargo en polvo (opcional)
A COCINAR!!!!!!!
Cómo preparar la Linzertorte:
Comenzamos batiendo la mantequilla con la batidora de varillas (o a
mano, pero cuesta más) hasta que esponje. Esto se nota porque queda más
blanquecina y le cambia la textura. Añadimos el azúcar y seguimos
batiendo hasta que se mezcle bien (con cuidado al principio o pondremos
la cocina perdida).
Añadimos el huevo y repetimos, batiendo hasta tener una crema uniforme.
Añadimos los frutos secos, el cacao y las especias, y nos cambiamos a
una cuchara de madera para poder mezclar bien hasta que se integre.
Añadimos la harina tamizada y seguimos mezclando. Cuando cueste seguir
dándo vueltas podemos pasar a mezclar con la mano hasta que quede todo
uniforme.
Tapamos con un film y dejamos reposar 1 hora en la nevera.
Pasado ese tiempo, precalentamos el horno a 190º y pincelamos con
mantequilla el molde. Lo ideal es uno de 22cm, no tiene que ser muy
alto. Como yo tengo uno de 16cm he utilizado ese y uno pequeño
desmontable, para hacer una tarta pequeñita.
Sacamos la masa de la nevera y
separamos 1/4 de la masa, que volvemos a meter al frío. Con los 3/4 que
tenemos, cubrimos los moldes. Lo ideal es un fondo de unos 2cm. Para
ello, tomamos una bola de masa que extendemos con el rodillo
aproximadamente de ese grosor, del tamaño del molde. Lo trasladamos al
molde, y con pequeños trozos, vamos cubriendo lo que falta. Subimos 1cm
por los bordes, con un grosor de 1cm o medio e igualamos con un
cuchillo.
En el molde pequeño, por cuestión de espacio, he utilizado menos altura.
Repartimos la mermelada por encima de la masa, intentando que quede lo más igualado posible.
Sacamos la masa que teníamos reservada y vamos haciendo la
decoración. Hacemos rollitos, como churritos de plastilina, que
colocamos en forma de rejilla sobre la tarta. Terminamos con otro
rollito por todo el borde, para que no se vean las imperfecciones. Hay
que tener cuidado de no manosear demasiado la masa, o se quedará
demasiado blanda. Si nos pasa eso, la volvemos a meter unos minutos a la
nevera.
Horneamos a 190º unos 40 minutos. Si vemos que se quema, podemos
taparlo un poco con papel albal para que no se dore más. Para la tarta
pequeña será suficiente con 25 minutos.
Si podéis aguantar, lo ideal es dejarla reposar 3 o 4 días antes de
comerla. Si no, como mínimo de la noche al día siguiente. ¡Que la
disfrutéis!
AL FINAL OS QUEDARÁ UNA COSA MÁS O MENOS ASÍ

No hay comentarios:
Publicar un comentario